4 mitos sobre aprender inglés.
Cuando mis alumnos llegan conmigo, la mayoría se encuentran frustrados, han estudiado inglés en distintos momentos de su vida, con diferentes profesores y diversas metodologías, la mayoría sin éxito. En mi opinión, esta frustración tiene diversos motivos, algunos tienen que ver directamente con la mala suerte, pero otros con las expectativas equivocadas que la mayoría de las personas tienen sobre el aprendizaje de idiomas. Por eso, hoy decidí hacer un listado con los 4 mitos más comunes relacionados con el aprendizaje del inglés (aunque creo que podrían aplicarse a cualquier idioma).
1.- Serás bilingüe en un año
Muchas escuelas prometen a los estudiantes adquirir un nivel bilingüe en solo un año. Si bien, no dudo que existan personas que sean capaces de alcanzar un nivel de dominio del idioma muy alto en tan solo un año, la realidad es que, para la mayoría, el aprendizaje de idiomas será un proceso que requerirá de constancia y compromiso (y que seguramente se seguirá enriqueciendo a lo largo de su vida). El tiempo que toma desarrollar un nivel de competencia “bilingüe” dependerá de circunstancias como la plasticidad del cerebro, las oportunidades de interacción auténtica con el idioma, la calidad de la enseñanza y el tiempo que se le dedique al estudio.
Lo más triste, es que estas promesas han llevado a muchas personas a creer que si ellos no logran aprender inglés en un año, entonces es porque hay algo malo con ellos, cuando, en realidad, para la mayoría de las personas, es normal tardar un poco más
2.-No necesitas aprender gramática.
Hay personas e instituciones que prometen a sus alumnos que aprenderán inglés sin jamás ver un solo tema de gramática. En mi experiencia esto no solamente no es cierto, sino que además es antiético. Veámoslo de la siguiente manera, ¿visitarías una ciudad que no conoces sin un mapa? ¡Estoy segura de que la respuesta es no! Si decides visitar una nueva ciudad y alguien te lleva de paseo por ella, pero nunca te muestra un mapa, es posible que tú aprenderás a moverte por las zonas que otra persona te muestre pero será muy difícil llegar a zonas que no conozcas o que puedas saber qué ruta debas seguir para llegar a un lugar completamente nuevo. En esta situación, la gramática sería el mapa.
Aprender inglés “con gramática” puede parecer más tedioso y difícil al principio, pero, una vez que aprendes lo básico, se vuelve el mapa que te permitirá explorar el idioma, descubrir nuevos usos y expresarte más libremente sin necesidad de copiar el discurso de otros. Además, te permitirá aprender más rápido, pues, si la entiendes bien, dejarás de requerir a un profesor para seguir aprendiendo. ¡Por eso digo que no enseñar gramática es antiético! Es como limitar el crecimiento de tus alumnos, obligándolos a siempre depender de ti.
3.-Aprenderás inglés igual que aprendiste español, ¡como los niños!
Este es otro mito que suele difundirse junto con el de “no necesitar gramática”, además de que no es cierto, ¡también es muy impráctico! Cuando las escuelas prometen este tipo de cosas, suelen enfatizar que de niño no aprendiste gramática y aún así aprendiste español. Lo que muy conveniente omiten mencionar es que los niños tardan aproximadamente un año y medio en empezar a balbucear sus primeras palabras, que hasta los tres años los niños dicen frases simples, que hasta los cinco suelen conjugar mal los verbos y que es hasta la primaria cuando empiezan a desarrollar habilidades más complejas con el idioma. ¿Te imaginas tardar seis años para poder iniciar con el aprendizaje complejo del idioma?
Lo cierto es que el proceso de adquisición del idioma es completamente diferente cuando hablamos de niños y adultos, de la misma manera en que lo es cuando hablamos de tu lengua materna (un idioma al que estás expuesto 24/7 durante años) y de un segundo idioma (que probablemente sólo practicas una o dos horas al día). De hecho, la manera más rápida de aprender un idioma es, precisamente a través de la gramática.
4.- Que hay un método mágico que hará que cualquiera aprenda el idioma
Muchas escuelas suelen prometer que su método es único, diferente, casi místico y que, sin importar quién seas, si sigues su método aprenderás el idioma a una gran velocidad. Este tipo de publicidad me enoja verdaderamente porque juega con la desesperación de las personas. Me encantaría decirte que existe una fórmula mágica que hará que seas bilingüe en un abrir y cerrar de ojos, pero la realidad es que esto no es así. Aprender inglés es un proceso muy personal que depende de una gran cantidad de factores, por lo que no hay un solo método que funcione para todos. Aquí le toca al profesor trabajar con cada alumno para buscar las estrategias y métodos que funcionen mejor para cada caso y que se adapten al estilo de vida de sus alumnos.
